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jueves, 26 de enero de 2012

El 30 de Diciembre de 2011 a las 17:18 aprox. en el puerto del Callao paso un objeto invisible pero que dejaba una estela blanca parecido a un avion a chorro, pero luego esta estela blanca se volvio oscura. La rapides y las maniobras que hizo esta cosa deja mucha evidencia que no es un objeto de este planeta.
NOta:  hágase de menos los comentarios de los operarios del Terminal que dicen cosas como: que bacán BLackberry!

LAS OPORTUNIDADES QUE ALGUNA VEZ SE QUISIERON Y YA NO

(Documento 2435- Hallado en Cantera Nº 25 de Haxwperks. Zona de investigación  de Vestigios Humanos)

LAS OPORTUNIDADES QUE ALGUNA VEZ SE QUISIERON Y YA NO


Alguna vez deseé siquiera acercarme a ella cuando estudiaba pregrado. Recuerdo que tras esos incesantes 3 años de tedio, cierto día, entre la pausa de un curso a otro me diriguí a comprar algo en el cafetin de la Facultad central. Aburrido. Odiaba al profesor por su poca eficacia al intentar ejemplificar los temas y a los que estúpidamente le sonreían intentando demostrar que habían acaparado el conocimiento. Pedí agua esa vez. Y, al regresar nuevamente  para el segundo bloque vi una pequeña niña (que en realidad no lo era más si lo aparentaba) de implacable sonrisa, al punto que me hacía sentir mal y envejecido. Tenía unos ojos grandes que tenían la facultad de brillar con el sol y sonreía de forma tal que todos los allí presentes en los pasadizos nos veíamos tristes al compararnos con ella. Muchas veces intente querer hablarle en diferentes ocasiones, pero eran éstas, las oportunidades las que nunca se venían vislumbrar. Algunas veces cruzaba por mi lado presurosa como si estuviera preocupada por un curso, otras, la encontraba en algún taller distinto en el  Centro Cultural, con algunas amigas, discutiendo sabe dios qué cosa, siempre con la sonrisa dibujada. Pasaron así los días, los meses y los años. Terminé mi divagación por las aulas "UNeFeVecinas" y nunca más regresé a dichos lugares, ni mucho menos a verla, hasta pasado los años y como cosa del azahar, hasta el día de hoy por la tarde, pasado muchos sucesos, muchas debacles en mi mente. Me la topé en el autobús cuando me dirigía a casa, me había  sentado  en el último asiento del fondo y cuando volteé a mirar por la ventana estaba a mi lado.  Confieso que no supe qué decir en ese momento, nunca dejaré de ser un tipo tímido o algo huevón, pero, lo cierto es que de rato en rato  la veía mirar por la ventana, quedarse dormida tras lo que habría sido un día agotador para ella. Sólo pensaba : aquel que tenía la fortuna de recibirla en casa realmente debería de ser eso, un afortunado. La deje dormitando en el asiento mientras que el autobús ya llegaba a mi cotidiana bajada de cada noche. Nunca sabré si aquel momento inesperado habría sido una oportunidad o sólo mera coincidencia, como muchas otras veces.

 (Fin de Documento. El resto no pudo hallarse o recuperarse)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Faltan pocas horas para  Navidad. Miro hacía atrás, hacía un año antes y era infeliz. En una casa donde nadie me conocía, en un lugar donde no se conocía siquiera lo que era una sonrisa sincera y en donde el amor era, acaso, una palabra que alguien había escuchado alguna vez en algún lejano lugar. Hoy es navidad y es tan diferente. Todo vuelve a su cauce correcto y, aunque no pueda decir que soy del todo completamente feliz, puedo decir que tampoco estoy triste como lo fui aquella época. Salud y muchas alegrías por eso! Feliz Navidad 2011 para todos los que viven en este Blog, que son parte de mi.!! Espero que el otro año la familia sea mas grande. _: D

sábado, 17 de diciembre de 2011

la fase del odio

3 señales de una relación terminal: insultos frecuentes, recriminaciones constantes y ambos niegan su responsablidad.  Dr. Cesar Lozano

lunes, 10 de octubre de 2011

FRANk VOX

Construyo un aparato con una radio desmenuzada. Intento comunicarme con personas que alguna vez fueron importantes en mi vida y que ya no se encuentran de este lado del tiempo y mi dimensión. A duras penas cierro el aparato con ciertas piezas sobrantes. La enciendo. Y el ruido de la estática es el meollo principal de la fría noche. Muevo los sintonizadores y espero así encontrar algun nuevo sentido en aquellos sonidos entrecortados que no mueven la razón. De pronto se oye: Estoy aqui! Era claro el sentido. Me invade el miedo. Pregunto con cierta desazon: ¿Puedes repetir lo dicho? Pasan unos segundos y responde: "Estoy aqui". Mi miedo enerva la curiosidad y empiezo a creer que sudo frio. Pregunto nuevamente: ¿Me puedes decir quien eres? ¿Cuál es tu nombre? La estática deja pasar el silencio y su sonido entre cortado a la misma vocesilla chillona y me contesta: !Hola soy tu mismo desde el otro lado! !Por fin me he podido comunicar contigo! !Es un milagro, es un milagro!

domingo, 9 de octubre de 2011

AL OTRO LADO DEL MUNDO

Si creéis en los Dejavú, esta historia no os será del todo ajena....

Me dirigía presuroso hacia la Plaza de Castilla con dirección al trabajo cuando en ello, las incontenciones fisiológicas, ya muy presentes a mi mediana edad, empezaron a molestarme. Sin opción alguna caminé hacia los baños públicos del metro olvidando que a esa hora pululaban apabullantes, llenos de personas

desesperadas por querer entrar y salir sin mayor esfuerzo. Tras unos minutos, para suerte mía, pude entrar y saciar mi inflamada vejiga. Era tan grato el momento, tan placentera la relajación, que por unos momentos olvidé de lo trajinado que iba a ser mi día y dejé de escuchar voces, ruido; cerré los ojos olvidándome completamente de todo por breves instantes, hasta que alguien tocó con alevosía la puerta metálica. Salí. El tipo que tocaba me observó con intimidante extrañeza, me dirigí hacia la salida. Una vez fuera mi asombro fue sobremanera: todo había cambiado. Los pasillos lucían un color diferente, sucios, caóticos y bulliciosos, asimismo las personas se mostraban lúgubres e inciertas. El acento tan característico de nuestra región se notaba desaparecido en las personas que charlaban a mi alrededor.

Para sorpresa mía- o terror quizás -, alguien a quien nunca antes había conocido en mi vida me saluda de pronto,y me informa que están aguardando por mí en la oficina desde hace más de una hora. Acudo con él a un centro de labores en donde ejecuto con habilidad tareas nunca antes realizadas y al finalizar el día llego a una casa en la cual nunca había estado y, tras abrir y cerrar la puerta, me reciben dos niños que se abalanzan sobre mí, cariñosamente, y me llaman papá; así cómo una hermosa mujer, que jamás siquiera había visto o besado, y que con dulzura me llama amor.

lunes, 4 de julio de 2011

LA CARPA GRAU


LA CARPA GRAU.

En los 80s, en la ciudad de Lima, existia un lugar muy recordado por todos que era una carpa de circo que posteriormente fue utilizada para hacer fiestas de musica tropical  mal denominada CHICHA. Innumerables historias debieron gestarse en este mitico lugar, esta historia intenta recrear solo una de muchas. Un homenaje a esos mágicos tiempos. 
La carpa Grau albergaba muchas agrupaciones, los fines de semana
era un lugar concurrido por cientos de personas.



Juan  se reunió con su grupo de amigos como había acordado. Tragos de por medio y ya con las chicas alborotadas  por las cervezas heladas decidieron ir a buena hora al lugar que nunca pasaría de moda y que era, como ellos pensaban, símbolo de la juventud que bajaba de los cerros para conquistar la caótica ciudad que tenia todo aquello por lo que sus padres habían optado luchar al llegar acá, eso y mucho más significaba: La Carpa Grau, una enorme carpa de circo que fuera abandonada en una gran área de terreno en plena orbe entre el trafico de autos y micro buses que emanaban morbidamente  de sus tubos de escape ese humo negro. La Carpa Grau no podía albergar ya sonrisa de niños ni  mucho menos animales de espectáculo, pero todavía podía ser escenario de soberanas fiestas, de presentación de Grupos con un estilo de música que no era Rock pero tampoco música de los andes como el Huayno: La Chicha era la mezcla de ambas razas y el resultado de una nueva juventud.  Llegaron justo cuando empezaban a tocar los Beta 5, y con los primeros acordes y piques la gente empezaba a danzar desenfadadamente con la cerveza a mano alzada como si a la vida un triunfo importante se le estuviera quitando. Juan tenia planeado levantarse esa noche como sea a Doris. "Esta tan rica"- Pensaba. El solo hecho de pensar su boca succionando esos enormes pechos hacia que cayese en los pensamientos mas abyectos. Verla bailar junto con sus otras amigas y amigos, integrándose por completo en la melodía de los Beta 5 hacia que nada tuviese mayor preocupación que el solo hecho de divertirse. Pero nada había llegado aún a a su éxtasis más elevado sin que tocara el plato de fondo: Chacalón.  Pasadas las 11 de la noche empieza una gresca. Un par de mocosos empiezan a hacer problemas con otras personas y se arma el barullo. Doris empieza a sentirse un poco mareada y su amiga Sonia quiere llevarsela a su casa. De pronto el lugar parece distinto. Las personas lucen apagadas y carentes de vida. Raúl, su amigo acompañado por algunos de los del grupo salen a comprar un caldito de gallina en el toldo de afuera. Juan piensa que es buena idea  reposar un poco y bajar tanta cerveza. Sonia aprovecha el momento y desaparece con Doris. Cuando menos lo espera Juan se ve solo sin ningún amigo. "Es muy raro todo esto"- se dice. Merodea unas cuadras a la redonda y solo ve malandros y mujeres esperando en las esquinas. Decide entrar nuevamente a la carpa y esperar quizás verlos dentro. Una vez allí se da con la sorpresa de que no hay mucha  gente. ¿Dónde se han metido el resto?. Mira sus caras y ve una inexplicable tristeza. El lugar todo parece envejecido, como si en muchos años nadie hubiese limpiado o reparado las estructuras. Empieza a desesperarse, cree que todo es un mal sueño o acaso una borrachera inexplicable. Se acerca al que vigila en la puerta y pregunta del por qué de todo aquello, contestándole con una tenebrosa voz : "Chacalón ha muerto hace unos minutos y tocará para nosotros en breve". Sólo así comprendió que también había muerto, en algún momento, sin siquiera darse cuenta, y que permanecería para siempre allí con los demás.