
La llevó a América, y con sus influencias, la convirtió en una prometedora actriz que luego también se dedicaría al canto; poco después se casaría con ella y tendrían tres hijos. Durante ocho años la unión fue armoniosa hasta que ambos deciden separarse. Ella conoce entonces a Spider, un famoso campeón de sky; mientras que Andy, se dedica a la música.
Claudine por un tiempo sería feliz. Pero cierto día en un juego aciago y confuso terminó disparando contra su nuevo amante, Spider, arrebatándole la vida. La noticia aparecería en los periódicos, en la radio, en la televisión. Su carrera, la imagen pública y la mediana fama que aún tenía terminaron desechados por la borda al igual que sus pocas ansias por querer ser feliz. Todo había terminado. Ahora, encerrada en una fría prisión, sólo atina a mirar al cielo a través de unas rendijas y en lo más recóndito de su corazón pide tan sólo un deseo.
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A los 17 danzaba en un ballet poco conocido de Paris. Al poco tiempo, se rompió una pierna y dejó la compañia de baile. Trabajaba por las noches como mesera mientras estudiaba en la universidad. Se comprometió con un relacionista público. Vive feliz en la Rouge Avenue, y tiene actualmente 3 hijos.
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