Hacia mucho que no se veía una noticia así. El joven había saltado desde lo alto del edificio mayor y todos habían sido testigos de como su cuerpo impactaba contra el duro concreto siendo mutilado por la velocidad y su peso convertido en toneladas. Nadie supo de su tristeza y de su ultima plegaria hecha con desolación y fe mirando al cielo minutos antes de saltar al vació. Pero Dios, o quien sea el ente que hace y deshace el universo a su antojo, en su infinita misericordia decidió escucharle: Sus partes se reunieron nuevamente en un cuerpo, la gravedad vencida devolvió al joven a la cornisa y de la cornisa regreso a casa. Despertó en su cama tranquilo y LIZ le devolvía la llamada. Nuevamente regresaba con ella a los días felices, a los momentos dorados en donde no se había ido y todo tenia sentido. Cada momento era un instante nuevo pero a su vez repetido. Hasta llegado el día en que ambos se presentaban por primera vez y luego se alejaban para ser niños.
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sábado, 31 de marzo de 2012
SALTO AL VACIO
Hacia mucho que no se veía una noticia así. El joven había saltado desde lo alto del edificio mayor y todos habían sido testigos de como su cuerpo impactaba contra el duro concreto siendo mutilado por la velocidad y su peso convertido en toneladas. Nadie supo de su tristeza y de su ultima plegaria hecha con desolación y fe mirando al cielo minutos antes de saltar al vació. Pero Dios, o quien sea el ente que hace y deshace el universo a su antojo, en su infinita misericordia decidió escucharle: Sus partes se reunieron nuevamente en un cuerpo, la gravedad vencida devolvió al joven a la cornisa y de la cornisa regreso a casa. Despertó en su cama tranquilo y LIZ le devolvía la llamada. Nuevamente regresaba con ella a los días felices, a los momentos dorados en donde no se había ido y todo tenia sentido. Cada momento era un instante nuevo pero a su vez repetido. Hasta llegado el día en que ambos se presentaban por primera vez y luego se alejaban para ser niños.
LOS AMANTES
Una tarde apacible. Todos con su vida ajetreada, pero yo estaba con ella. Le acariciaba el cabello mientras cómo jugando me sacaba los puntitos negros del rostro. Hablaba sobre los comentarios que cierto pitoniso diabólico le había vaticinado:" Tu no te quedarás con nadie, no conocerás el amor y morirás joven". Ciertamente me sentia triste al escuchar que creyera siquiera un poco de tamañas mentiras. Una chica tan dulce como ella, la mujer que amaba, acaso y debía ir deambulando por el mundo buscando siempre algo que sólo existe en nuestra fe?. Le miré enternecidamente. La abrace fuertemente diciéndole que los vaticinios y toda esa sarta de cosas sobre el futuro eran solo imaginaciones creadas por el azahar. Uno podía escoger o intentar encaminarse en lo que quería hacer. Con un solemne beso me abrazo. Me dijo que estaría siempre conmigo.
A los pocos días comenzó el cambio: Ya no contestaba el teléfono, se convirtió de un ser dulce a una persona arrogante y compulsiva. De lo que conocía en ella iba quedando nada, hasta que cierto día la dejé de ver más. Por comentarios de amigos en común me enteré que salía con un conocido mio. Que profesaba nueva felicidad mientras a mi el mundo se me había caído a pedazos. No supe más de ella durante muchos años, tiempo en el que conocí a Adriana, nos enamoramos, terminamos la maestría y nos casamos. Los hijos fueron otra etapa feliz para mi. No supe nada más de mi inicial amor, hasta la mañana de hoy , en que lamentablemente, y cuál feroz daga clavada en el corazón, reconocí su rostro en la página de la sección policiales tras leer el encabezado: "AMANTE CELOSO ASESINA DE 22 PUÑALADAS A NOVIA INFIEL."
martes, 27 de marzo de 2012
Bradamante y los deseos
Buscaba con anhelo un poco de agua bajo la arena, pero encontró sin proponérselo una lampará maravillosa.
Al frotarla apareció un milenario Genio que, agradecido, le ofreció tan sólo un deseo . Bradamante, sin dudarlo, solicitó que éstos fueran infinitos.
Desde entonces, vive anhelandolo todo, pero jamás obtiene algo.
Al frotarla apareció un milenario Genio que, agradecido, le ofreció tan sólo un deseo . Bradamante, sin dudarlo, solicitó que éstos fueran infinitos.
Desde entonces, vive anhelandolo todo, pero jamás obtiene algo.
lunes, 26 de marzo de 2012
El retorno
Regresaba a casa tras una larga rutina. Esa tarde había discutido con el idiota de su jefe y había tirado su renuncia sobre la mesa. Detestaba su modo de vida, hubiera deseado con ansias regresar a aquellas épocas en donde no se preocupaba por nada cuando era pequeño. Coge la llave del bolsillo izquierdo de su gabán y entra por la pequeña puerta del pasaje Villa Mercedes. Al llegar, la abuela lo recibe con mucha alegría y le da panecillos tras un fuerte abrazo. Su padre, al fondo del desván, hace otros quehaceres. Sólo siente un extraño recuerdo de haber estado acaso en otra ciudad, en otro tiempo, en dónde llegaba a casa después de un día tedioso de haber soportado al jefe, colgaba el gabán en el perchero, y era recibido por Cinthia, su esposa, y por la alegría de los hijos. Después del almuerzo y de las tareas, sale a jugar con los amigos.
domingo, 25 de marzo de 2012
RESPLANDOR
Lo bueno de éste estado es que jamás se nos cae el cabello y nuestra piel es siempre lozana. Otra ventaja es que podemos volar y asustar a los niños malos.
SHEREZADE Y EL REY
LA OTRA BALA DE BORGES
Sólo un segundo demoró la bala en llegar hasta él, pero en su cabeza transcurrieron cientos de años y aún vive allí.
sábado, 17 de marzo de 2012
UN PASAJE NO BÍBLICO
viernes, 2 de marzo de 2012
UNKNOW
Una ciudad oscura. Trescientos treinta y dos mil muertes, asaltos y accidentes por año. Él coge a la bestia por el lomo, mira sus fieros colmillos y logra clavar su arma en el corazón casi sin vida.
Al terminar, nota que también ha sido herido.
"Debo descansar" , se dice, ocultándose nuevamente en la guarida.
Al terminar, nota que también ha sido herido.
"Debo descansar" , se dice, ocultándose nuevamente en la guarida.
LA SOMBRA
Un café en pleno corazón de Park Avenue. Te sientas en la misma mesa de la misma área cómo cuando nos conocimos. Luces más bella que nunca, pero ahora un extraño toca tus manos. Se te nota triste, un tanto ojerosa, lloras. No es tanto mi desconcierto. Sólo intento darte un beso como otras muchas veces, aunque ésta vez, no sientas mis labios.
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